La mayoría de la gente, sino es que todo el mundo ha escuchado el término fast fashion, se ha vuelto algo común en nuestra día a día, pero ¿realmente sabemos de qué estamos hablando?

Para un poco de contexto, el famoso fast fashion o moda rápida, se refiere a la gran cantidad de ropa que producen las empresas grandes impulsadas por la industria de la moda.

Ajá y ¿por qué la  moda rápida tiene una connotación negativa? Porque este tipo de moda e industrias lo único que busca es crecer su bolsillo creando tendencias breves, haciendo que esto tenga un gran resultado, por el ritmo tan rápido en el que estamos viviendo haciendo más difícil mantener un estilo en tendencia por más tiempo.

Esto también implica que la ropa tenga una vida útil mucho más corta, ya que para que a las empresas les sea rentable tener precios tan accesibles en colecciones tan continuas, uno, necesitan comprar tela más barata, por lo tanto de menor calidad y dos, pagar poco por la producción de las prendas, siendo un trabajo mal pagado y la mayoría del tiempo con condiciones laborales precarias.

Para intentar frenar esto, hay que ser más cuidadosos a la hora de comprar ropa, estando conscientes del propósito, recordando que no es importante la cantidad, sino la calidad.
Con esto en mente, te damos unos pequeños tips para que hagas compras más responsables con el medio ambiente y la sociedad:

• Invierte en básicos de mayor calidad, son más duraderos y podrás utilizarlos por mucho más tiempo.
• Conoce sobre las telas y materiales de las que están hechas las prendas, así sabrás qué calidad tienen y el impacto que tienen sobre el planeta.
• Intenta consumir local, prendas hechas a mano que no solo sea una prenda más en tu clóset, sino que tengan una historia y un significado.

Asimismo también te invitamos a:

• Reparar las prendas que tengas y darles más tiempo de vida.
• Reciclar tus prendas, dándoles un nuevo uso.
• Reducir el consumo, preguntándonos si realmente necesitamos lo que estamos a punto de comprar.
• Intercambiar prendas con tus amigas, conocidas, familiares, así se le puede dar una segunda vida.

En Casa Mandarine, nos gusta apoyar a los pequeños diseñadores con grandes ideas, siendo cada pieza única, con una historia, un significado y una producción consciente.